La alimentación es un aspecto de la salud que se presenta diariamente, y junto con el sueño va modificando nuestro cuerpo y su bienestar. Existen muchos mitos alrededor de la comida, como el miedo a las grasas saludables, los horarios de comida o el impacto del azúcar que vale la pena cuestionar. Este es un tema que me apasiona, y como coach de salud me he dedicado a investigarlo y ponerlo a prueba en mi vida. A partir de lo que he aprendido planteé una metodología de alimentación que ha dado muy buenos resultados.

Cuatro veces al año coordino un reto de 28 días en el que modificamos de forma estructurada la dieta, rompiendo con ideas preconcebidas y cambiando nuestra visión sobre la alimentación: mucha grasa saludable, nada de harinas ni azúcar procesada. Los cambios que se viven durante este tiempo son profundos, y lo más común es que las personas que realizan el reto ya no vuelven a comer igual. Más allá de la pérdida de peso, el objetivo es repensar nuestros hábitos, entender cómo influyen en nuestro estado de ánimo, en la ansiedad o en las molestias digestivas como la inflamación o indigestión. Con esta metodología, aprendemos herramientas sostenibles para estar mejor en nuestro día a día. 

Durante el mes de mayo realizamos el reto de alimentación con un grupo de 28 personas, mujeres y hombres entre los 23 y 63 años. A continuación te comparto algunas fotos y recetas de los testimonios que realizamos. A lo largo de 28 días eliminamos todas los azúcares, harinas y cereales y mejoramos nuestros horarios de comida. Durante el reto, compartimos nuestras comidas diarias y fue un proceso donde aprendimos los un@s de los otr@s. Platillos llenos de colores, combinaciones y sabores nuevos que nos inspiraron a probar y presentar.

Los platillos debían de contener proteína, grasa saludable y carbohidratos. Mientras más colores, mejor la A continuación, te comparto algunos testimonios de las personas involucrados en el Reto:

El «clic» es darnos cuenta que  la dieta del reto es amplísima en alimentos, sabores y colores. Con esto se pueden experimentar muchos platillos pero es necesario dedicarle tiempo a las nuevas recetas.

Paulina (63 años)

Durante el reto hice un ayuno de 24 horas y me sentí totalmente desinflamado. Las charlas con Chantal, me ayudaron a comprender el impacto del azúcar y a aclarar mucha desinformación sobre colesterol y grasas. Creo que Chantal tiene muchísima experiencia y es el vivo ejemplo del resultado de este reto, con mucha energía y un cuerpo muy saludable.

Germán (57 años)

La alimentación es clave en el día a día. Muchos decimos que no tenemos tiempo, pero en realidad es falta de organización; este reto me enseñó que sí hay tiempo, solo hay que saber usarlo.

Claudia (37 años)

Aprendí a alimentarme con comida de verdad. Mi pansa eterna está desapareciendo.😊

Marta (53 años)

Me dio mucha satisfacción que mi hija se uniera a comer como yo y, al mismo tiempo, poder motivar a mis hermanas a mejorar su alimentación.

Rosa (61 años)

Puedo identificar los alimentos que me hacen sentir pesada e inflamada y ahora entiendo muy bien cómo funciona una dieta antiinflamatoria, saludable y el nuevo orden en que estoy comiendo (…) ¡Estoy flaca!

Andrea (41 años)

El reto plantea un concientizar nuestros hábitos y manera de entender la alimentación. Cuestionar nuestras rutinas y transformar tu relación con la comida. Si te interesa experimentar los beneficios deun cambio de dieta saludable, te invito a sumarte al próximo reto de 28 días, donde en comunidad construimos nuevas ideas para una mejor salud y bienestar sostenible en el día a día.

Si deseas probar recetas como estas, te invito a que explores mi artículo «Tres recetas para mejorar tu salud» donde abordo un poco más en la práctica el funcionamiento del reto y algunas ideas para comenzar a cambiar tu alimentación.

Namasté.