
Es afortunado poder escuchar de Abhijata Iyengar, nieta del maestro B.K.S. Iyengar, hablar del legado que su abuelo nos ha dejado. Abhijata habla con elocuencia, ecuanimidad y humor, y lo más importante: desde el corazón.
Abhijata inició su discurso mostrándonos fascinantes fotografías de los Himalayas. Nos platicó que había estado allí, de cara a las maravillosas montañas. Nos mostró los paisajes, nos habló de las nubes, del aire que se respira, de la luz, de las personas que caminan por ahí y nos transportó a ese hermoso lugar.
Después nos leyó la definición que encontró en Internet que describe los Himalayas: “Cordillera situada en el continente asiático al norte de la India. Es una cordillera joven formada por los movimientos de placas tectónicas en dirección de India a Nepal… etc.”. Obviamente la definición no ilustra la experiencia de estar ahí.
Y después de mostrarnos este ejemplo nos pidió definir el “Yoga Iyengar” advirtiéndonos que con frecuencia, las cosas importantes no son las que nos cautivan.
Y entonces, ¿qué es lo que define el Yoga Iyengar?
Así como las enseñanzas de Patañjali son más grandes que el autor mismo, el trabajo de B.K.S. Iyengar es mucho más grande que el personaje. Pidió mirar las cosas con distancia: si quieres observar la palma de la mano no la puedes tener cerca de tu nariz. A veces nos enfocamos solamente en lo que B.K.S. hizo en sus clases, talleres, demostraciones, etc., pero olvidamos ver lo que hizo en la Luz del Yoga.
Los atributos del Yoga Iyengar están bien definidos, y el primero es que es para todos (Sarvabhauma). Cualquier persona que quiera practicar Yoga Iyengar será bienvenida, no importa el género, la edad, la condición física, intelecto, etc.
El segundo atributo es que la manera de practicar y enseñar el método está bien definido. El estudio del Yoga Iyengar requiere de una mentalidad de científico, de artista y de filósofo, las tres al mismo tiempo.
Comparó la educación “formal” con la “informal”, y dijo que la educación “informal” aunque es menos predecible, es más efectiva, es interactiva, es contextual y permite el desarrollo individual. En el método Iyengar empezamos por aprender de una manera “formal” para luego pasar a otra “informal”, y después enseñar de manera “formal” (quizá esto parezca no tener sentido). Y después cuando miramos hacia atrás nos damos cuenta que lo que estamos enseñando es Ashtanga Yoga de Patañjali.
Abhijata nos animó a regresar al sistema “informal”, al “de antes”, tomando un mentor o tutor para aprender. Dijo que el Yoga no se puede aprender memorizando guiones, se aprende viviendo experiencias y que las imitaciones no son apreciadas.
El tercer y último atributo que mencionó acerca del Yoga Iyengar es que es un método vibrante, energizante y rejuvenecedor.
Así como cuando uno quiere ir al Himalaya y hay que planear el viaje, los vuelos, de qué lugar salir y a qué lugar llegar, horarios, necesidades, el Yoga Iyengar es un vuelo hacia el Yoga mismo. En las palabras de B.K.S. Iyengar; “El Yoga es tanto el medio como el fin al que hay que llegar”.
Hoy la difusión del Yoga Iyengar tiene otros retos. Tomemos en cuenta dos circunstancias; la realidad actual, dónde estamos hoy y la ausencia de B.K.S. Iyengar. Y preguntémonos también por el futuro del método.
En este mar de posibilidades donde el Yoga Iyengar se anuncia y se vende, la virtud debe ponerse en alto y debemos mirarnos a nosotros mismos y preguntarnos cuáles son los verdaderos motivos por los que hacemos lo que hacemos. Pongamos nuestros motivos en tela de juicio al menos tres veces.
Mantengámonos conectados a la fuente, la cual llamó “madre nodriza”, al Ashtanga Yoga de Patañjali.
Una vez que podamos definir la esencia del Yoga Iyengar entonces podremos definir qué significa mantener la pureza en el método. El origen de nuestra enseñanza debe ser evidente y sin necesidad de explicaciones.
Todos queremos estar saludables, felices y virtuosos. Cuando nos hace falta algo de esto, no nos sentimos bien y nos desequilibramos. Preguntémonos si lo que entendemos acerca del Yoga Iyengar es paralelo a lo que practicamos.
A través de la práctica de asanas y pranayamas es posible eliminar impurezas para mejorar nuestro sentido de discriminación. Y eso no va a suceder si nos quedamos sentados en un sillón.
La esencia del Yoga Iyengar es el Yoga.
Chantal Jauffred
Diciembre 10, 2019.
